miércoles, 31 de octubre de 2007

Macario Schettino: más allá del mito




Desde que conocí a Macario Schettino, en el Colegio de México, he seguido su trabajo y reseñé dos de sus libros en esta sección: Para reconstruir México y Paisajes del nuevo régimen. Ambos han sido esfuerzos serios para decir cosas que muchos no saben que existen. Pero su más reciente investigación, Cien años de confusión. México en el siglo XX (Taurus), es magna en varios sentidos, pues se trata de 520 páginas donde aparecen más de un centenar de autores.

Macario dice una cosa que dejará a la gran mayoría boquiabierto: “La Revolución Mexicana, hemos dicho, es un hecho inexistente, una construcción simbólica realizada con el fin de dotar de legitimidad a los ganadores de una serie de conflictos armados”.

Entonces, ¿lo aprendido durante 12 años, cuando menos en la escuela, era una invención? Y el cadáver de esa señora que lo disputan cuatro partidos políticos es algo surrealista, como descubrió en nosotros Bretón. En fin, que la puntual búsqueda de Schettino nos deja estupefactos, fuera de onda, como afirman los chavos.

Estamos, en todo caso, ante una serie de movimientos armados y sociales que tienen como resultado una construcción cultural. Y eso sí, ese fantasma que ha ganado batallas durante cerca de un siglo y el cual muchos no quieren enterrar, sirvió para cohesionar a un país y darle sentido en muchos aspectos, aunque sus resultados, lo vemos, no son lo satisfactorio que se esperaban. Más bien ahora entendemos cómo ese capitalismo que sigue presente, se basó más en acuerdos y compadrazgos y no en una situación que diera un impulso mayúsculo a economía y sociedad.

Otra de las aseveraciones del autor nos deja helados: “La izquierda mexicana vivió durante el siglo XX atrapada entre el régimen populista y las repuestas violentas, lo que ha dado como resultado una incapacidad para plantear alternativas democráticas que no han podido aún superar”.

Seguramente por eso, la mayoría de los programas levantados por esas agrupaciones fueron bastante endebles, faltos de atractivo para los nuevos sectores: jóvenes, mujeres, homosexuales y buena cantidad de otros protagonistas. En ocasiones (años 80) el PCM inició debates importantes (cristianos y marxistas y la nueva realidad de las féminas) e incluso realizó encuentros masivos para acercar a los que rechazaban la política. Pero esos esfuerzos no se continuaron, algo que fue muy visible en la campaña de Andrés Manuel López Obrador, donde la ausencia de un proyecto amplio fue evidente.

En las luchas agrarias Macario reconoce las de los izquierdistas (capítulo 7) y presenta a Lázaro Cárdenas como el gran aglutinador de muchas conquistas y quien le da rumbo a ese movimiento fragmentado que convergió en la revuelta del siglo pasado. Dice: “En realidad ideas, instituciones y políticas revolucionarias resultan ser cardenistas”.

Asegura: “Escribí para los que vienen, no para los que se van”. Pero incluso a quienes hemos recorrido el camino nos hará bien entender nuestro error para mejorar la puntería de las teorías, sobre todo de las construcciones culturales.

En el texto hay un apunte de Joan Manuel Serrat, hoy en México con Joaquín Sabina: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.

Macario Schettino, un auténtico provocador.


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Tierra de ciegos - Alejandro Gertz Manero



31 de octubre de 2007

Mientras en México no podemos ver ni la punta de nuestra nariz, y sólo nos ponemos de acuerdo para hacer el ridículo u organizar unos osos monumentales de los que no se salva ni el perico, desde el foro económico mundial nos mandaron un mensaje corrosivo que EL UNIVERSAL captó y el cual califica a nuestro país como una nación azotada por “la inseguridad, el elevado nivel de criminalidad, la presencia de monopolios públicos y privados, su burocracia y el bajo nivel educativo”, ubicándonos en materia de seguridad en el lugar 118 entre 131 países, entre los cuales solamente son peores Chad, Guyana, Nepal, Bangladesh, Kenya, Nigeria y otros por el estilo.

Al mismo tiempo que ese diagnóstico tan humillante y vergonzoso se hace público, la capacidad de autodenigrarnos, descalificarnos y exhibir las peores miserias de la conducta pública y privada son los temas que prevalecen, impidiendo que exista la mínima posibilidad de encontrar la fórmula que nos permita remontar esta crisis de instituciones, para entonces rescatar nuestros valores individuales y colectivos y el crecimiento de toda la comunidad, saliendo de ese atavismo que sólo tiene como puntos de unión el trinquete, el “valemadrismo” y la impunidad.

La razón fundamental para que esto pase es que seguimos empeñados en aferrarnos obsesivamente a un sistema esencialmente corrupto, que ya reventó desde hace muchos años y el cual creemos que todavía puede funcionar si cambia de administradores, cuando en realidad no es ahí donde está la crisis, sino en sus estructuras y en las bases que rigen la vida de los mexicanos; ya que es imposible aceptar que con leyes e instituciones que se crearon en el maximato hace casi 80 años, cuando el país no tenía más de 16 millones de habitantes, cuya inmensa mayoría eran campesinos y el analfabetismo llegaba casi a 62%, se puede manejar un país con 105 millones de habitantes, con 70% de población urbana y un nivel de analfabetismo que no llega ni a 8%.

El México histórico del partido dictatorial estaba encapsulado y apartado del mundo exterior, era autosuficiente en su alimentación e insumos y vivía en un paraíso terrenal diseñado por Lucifer disfrazado de Luzbel, en el que las riquezas nacionales eran más que suficientes para comprar la voluntad o para aplastar la inquietud de cualquiera que quisiera cuestionar a ese “infalible” sistema que “tronó” en cuanto el dinero ya no alcanzó para multiplicar las dietas y las “prestaciones” de nuestros azotes, y menos para satisfacer la rebatiña de los contratos de obra pública, cuya cobija ya no es suficiente para tanto prócer y junior insaciables.

En este México nuevo, la inmensa mayoría de la población está suficientemente informada para comprender lo que nos está pasando, y sobre todo lo que va a venir, como consecuencia de esta “cultura narca” del “santo malverde” y de su corte celestial de reinas, principitos, zetas y transas, que están dinamitando la convivencia nacional a través de su oligopolio del delito, que a imagen y semejanza de los grandes monopolios nacionales se adueña de la seguridad, de los bolsillos y de las vidas de todos los mexicanos.

En esas condiciones, los fomentos calientes, las curitas, las jaculatorias y las friegas de alcohol con mota no sirven para resolver ni en lo más mínimo los achaques profundos del sistema que estamos padeciendo, al cual deberíamos darle cristiana sepultura antes de que nos acabe “jalando las patas”, para arrastrarnos a todos a la fosa del fracaso y de la regresión.

editorial2003@terra.com.mx


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El cerebro optimista




Es difícil ser optimista cuan-do uno se siente mal y su visión del mundo simplemente es la que es. Estudios recientes revelan que no se trata de una cuestión de actitud; el optimismo está determinado por áreas cerebrales específicas cuya regulación va mucho más allá del deseo de ver la vida color de rosa.

La revista Nature publica un artículo de la Universidad de Nueva York que determina que el cerebro de un optimista es diferente al de un pesimista o alguien deprimido. La primera observación que se hace en este artículo es que los seres humanos, como especie, somos optimistas. La gente tiende a pensar que vivirá más tiempo, será más sana y tendrá más éxito de lo que las estadísticas indican.

Asimismo, es muy difícil que alguien se imagine que le suceden cosas malas, ya que por lo general la gente convierte eventos neutrales, como cortarse el pelo, en eventos positivos, como verse muy bien después del corte de pelo. Esta es una característica de todo el mundo, con excepción de personas con alguna alteración, como la depresión.

Ante la inherente resistencia humana a imaginar desgracias, los investigadores recurrieron a pruebas sicológicas para evaluar los distintos grados de optimismo entre los voluntarios. Posteriormente les realizaron una resonancia magnética funcional e imaginaban cosas positivas o negativas para observar la forma de funcionar del cerebro en ese momento. Los resultados sorprendieron a los investigadores.

El cerebro de las personas optimistas funciona de manera diferente al de aquellas cuya visión del mundo es más gris. Son dos las áreas involucradas: la corteza cingular anterior, donde se llevan a cabo las decisiones, y la amígdala, una zona clásicamente reconocida por ser la mediadora de emociones. Cuanto mayor era el grado de optimismo, mayor la actividad en ambas zonas.

Al mismo tiempo estudiaron a personas deprimidas quienes, por su enfermedad, son incapaces de tener pensamientos positivos sobre su entorno o su futuro. En ellos, la actividad de estas áreas era muy baja, apoyando la noción de que, efectivamente, se trata de zonas que son importantes al darle color a la vida.

Estas zonas, sin embargo, están influenciadas por varios factores que finalmente repercuten en la manera en la que se ve el mundo. Un artículo publicado recientemente en la revista Current Biology demostró cómo la privación de sueño causa un incremento muy importante en la actividad de la amígdala. De hecho, una de las formas en las que mejoran los síntomas de la depresión es durmiendo menos, ya que aumenta la actividad en la amígdala, lo que hace que la persona sea más optimista y por lo tanto mejore su visión del mundo.

Sin embargo, una privación excesiva de sueño puede tener efectos no deseados, como demuestra el mismo artículo. Voluntarios a los que se les impidió dormir durante 35 horas demostraron tener una mayor actividad en la amígdala, que se correlacionaba con una mayor sensibilidad ante estímulos tristes y de enojo. Esto hacía que los voluntarios reaccionaran con mucha mayor intensidad ante situaciones adversas siendo incapaces de controlar racionalmente sus impulsos.

Pero, ¿qué dice la ciencia sobre el optimismo? ¿Realmente existe alguna ventaja en tratar de ver las cosas buenas de la vida? Aparentemente sí. Un estudio publicado en la revista Cognition and Emotion en 2006 investigó qué tan efectiva es la noción de “es mejor esperar lo peor”, así, en caso de que las cosas no salgan bien la persona ya está preparada para manejar el fracaso. Sin embargo, esta actitud derrotista probó ser inefectiva. Aquellas personas que siempre esperaban malos resultados se sentían mucho peor cuando fracasaban que aquellas que esperaban buenos resultados. Esto demuestra que los pesimistas sufren antes del evento, durante el mismo y después. ¿Qué ventaja hay entonces en esta actitud?

En algunos casos existe el “pesimismo defensivo”, en el que la persona al esperar lo peor hace algo para compensarlo. Por ejemplo, si espera malos resultados en un examen, estudia más tratando de evitar sus fatídicas profecías.

El optimismo también influye en el efecto placebo. Esperar una recompensa ayuda a que la recompensa llegue o, por lo menos, a que el cerebro perciba que llegó. Este trabajo, publicado este año en la revista Neuron, demuestra que aquellas personas que esperan con mayor intensidad algo bueno son más susceptibles al efecto placebo, esto es, a creer que existe un efecto positivo de una intervención que en realidad no hace nada. Aunque el efecto placebo puede ser la pesadilla de varios científicos y médicos haciendo estudios, para los pacientes puede resultar verdaderamente placentero creer que su dolor disminuye o su enfermedad mejora.

Así, la ciencia parece decirnos que todos, queramos o no, somos optimistas. El grado de optimismo que tenemos depende de muchos factores cuya influencia determinarán el color con el que vemos la vida. A lo mejor ya no será “el cristal con que se mira” la forma de hablar del optimismo, sino “el cerebro con que se procesa” lo que determinará, finalmente, nuestra manera de ver el mundo.


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martes, 30 de octubre de 2007

“La libertad se obtiene con sólo desearla

“La libertad se obtiene con sólo desearla —decía Esteban de la
Boétie—. Aun con el cuerpo encadenado, el hombre que desea la libertad
y lucha por obtenerla es más libre que aquel que obedece al opresor y
no se atreve a cuestionarlo”. Y añadía aquel genial muchacho de apenas
16 años: “¿Podría existir el tirano si no contara con la docilidad
servil de un puñado de adulones que se nutriera, a su vez, de un
círculo de aduladores que se rodearan de su propio ejército de
pusilánimes y continuaran la cadena hasta congregar a miles o
millones?”.

Y decía además: “¿Pueden el timorato y el mediocre
preferir el riesgo de la libertad a la seguridad de la opresión, que
los exime de afrontar lo desconocido?”.

“Muy joven muere el que
los dioses aman”, dice la historia que decía Menandro, y a Esteban de
la Boétie deben haberlo adorado los dioses, porque murió cuando apenas
cumplía 30, allá en los lejanísimos días del siglo XVI, pero a sus
tempranos 16 años nos legó su maravilloso “discurso sobre la
servidumbre voluntaria”. Cuántos adulones, pusilánimes, mediocres y
timoratos de nuestros días y nacidos en este hermoso suelo mexicano por
años han renunciado a luchar por la libertad y han agachado sus testas
coronadas de miedo y de estulticia, que muestran orondos desde sus
sitiales vergonzosos de acomodaticios y convenencieros.

Sí, ellos
aportan “acuerdos”, “concertacesiones”; son muy, pero muy
“institucionales”, “respetan la ley”, sin importarles que el tirano en
turno las viole todas o las cambie para su beneficio, a lo cual, a
veces y no pocas, estos “insitucionalistas” contribuyen.

Aparte,
hay plumíferos de alcurnia, que se encargan de “limpiar imágenes”
tremendamente deterioradas por sus acciones contrarias al pueblo. Estos
“restauradores” de lo imposible lo mismo sirven a un bando que a
otro... ¡faltaba más!

“La verdad debe prevalecer”, y miles de
compatriotas, familiares de las víctimas de la represión nos
preguntamos: ¿la verdad de quién? ¿La verdad obtenida en una PGR
responsable de tortura y de crímenes? ¿La verdad de un degradado
Ejército, otrora respetado por el pueblo, pero que desde hace años sólo
ha servido para atentar contra él? ¿La verdad que quiere imponer, a
través de medios de comunicación incondicionales al poder espurio, al
señor que dice con desvergonzado desparpajo que tiene “el monopolio del
poder”?

¿Será ese malhadado “monopolio”, otorgado al señor que
dice que es presidente por el conglomerado de pusilánimes, mediocres y
timoratos cuyo “respeto a la legalidad” padecemos millones de sufridos
mexicanos? ¿Será —repito— parte del aval al “titular” reconocido por
ellos lo que le “inspiró” para construir una “megacárcel” en las Islas
Marías? Porque dice alguna prensa que el proyecto es parte de la
estrategia del presidente para remozar (sic) el sistema legal, y es una
“pieza importante” del acuerdo antidrogas entre Estados Unidos y
México, según lo reveló un conocido diario del vecino país, The Dallas
Morning News, que agrega que recibió la información de “fuentes
oficiales mexicanas anónimas”.

“El efecto sería similar a
extraditar a los capos a Estados Unidos, pero sin que salgan de
México”, dicen que se dijo en el citado diario. O sea que al cabo los
vecinos oficiales del país del norte pueden entrar y salir de México
como Pedro por su casa y pueden imponer sus criterios al gobierno
ilegítimo que acata todo, con y sin “aportaciones” millonarias en
dólares, que al cabo si le falta para la construcción de la prisión, le
pedirá al gobierno de Japón y al Banco Interamericano de Desarrollo...
(¡faltaba más!) y mientras tanto, ¿qué importa que millones de
mexicanos vivan y mueran en la miseria?

¿Hasta cuándo, hasta
cuándo, todos los responsables entenderán lo que es la libertad?
¿Cuándo se acabará la mediocridad, la pusilanimería, la adulación
servil? ¿Cuándo se perderá el miedo a la libertad?

Dirigente del comité ¡Eureka!



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jueves, 25 de octubre de 2007

El problema educativo - Macario Schettino




Gracias a Pedro Martínez Abaroa, lector de estas páginas, pude leer pronto un artículo aparecido en la revista The Economist esta semana, titulado “Cómo ser los mejores”

En ese texto se analiza un fenómeno que, para México, es de la mayor importancia. En los países industrializados, el gasto en educación ha crecido de manera continua sin que los resultados hayan cambiado. La revista toma como excusa lo que ocurre en el sistema educativo inglés, pero pronto aclara que es algo que ocurre en muchos otros países. Frente a ello, la consultora McKinsey, dice la revista, ha propuesto tres cosas: tener los mejores maestros, obtener lo mejor de ellos, y usarlos cuando los alumnos se empiezan a atrasar. Tres sugerencias que deberíamos aceptar aquí en México con toda urgencia.

Permítame citarle un párrafo íntegro: “Empecemos por contratar a los mejores. No hay duda de que, como dice un funcionario de Corea del Sur, ‘la calidad de un sistema educativo no puede ser mayor que la calidad de sus profesores’. Estudios en Tennessee y Dallas han mostrado que, si se toman alumnos de habilidad promedio y se les da a los profesores que están en 20% superior, los alumnos acaban en 10% superior; si se les da a los profesores de 20% inferior, acaban en el fondo. La calidad de los profesores afecta al desempeño de los alumnos más que cualquier otra cosa”.

No tiene desperdicio, por eso lo transcribo completo. No hay nada que afecte más el desempeño de los alumnos que la calidad de sus profesores. Por eso tenemos cientos de miles de jóvenes estudiando carreras administrativas, o derecho, o de ciencias sociales, huyendo de las matemáticas que algún pésimo profesor les hizo odiar. Repito a The Economist, si a alumnos promedio les da usted excelentes profesores, obtendrá excelentes alumnos. Pero lo contrario también es cierto, y alumnos promedio se convierten en jóvenes incapaces gracias a pésimos profesores, como es el caso en México.

Pero la revista informa todavía más: no se consigue a los mejores pagando más. No son los países que más pagan a sus profesores los que tienen a los mejores, y cita como ejemplos a Suiza, Alemania o España. Les faltó información, porque los profesores mejor pagados del mundo, con respecto al ingreso promedio nacional, son los nuestros. Sólo Corea del Sur paga más que México a sus profesores. Pero en aquel país, y cito nuevamente a The Economist “los profesores deben obtener un grado universitario, de sólo una docena de universidades. Obtener la plaza requiere las más altas calificaciones, y sólo se abren dependiendo de las vacantes… la lección parece ser que ser profesor debe ser algo difícil de lograr”.

No me detengo en la tercera condición que sugiere McKinsey, usar a los profesores para impulsar a los alumnos que se rezagan, porque ya se me hace un exceso. Me conformaría con que empezáramos por la primera recomendación, e hiciéramos un programa urgente de recalificación del profesorado de secundaria. Me centro en este ciclo escolar porque es claro que ahí es en donde los jóvenes mexicanos pierden más: salen regular de primaria, pero pésimo de secundaria.

Hay hoy 350 mil profesores en secundaria que no están haciendo bien su trabajo. Evidentemente, no todos, pero es una mayoría abrumadora la que falla, puesto que dos terceras partes de los jóvenes salen incapacitados de ese nivel escolar. No estaría nada mal que pudiéramos abrir a la competencia las plazas de ese nivel, para tener a los mejores 350 mil profesores posibles. Me imagino que esto es algo que el sindicato no aceptará con facilidad, pero tendrá que dar razones para ello.

Digamos que no se concursen todas, sino 50 mil cada año. Si el sindicato cree que sus miembros son capaces, podrán pasar los exámenes. Si cree que les falta capacitación, es algo que el mismo sindicato puede hacer. Lo que no podemos seguir soportando es la actitud criminal actual, porque cada profesor incapaz está condenando a sus alumnos a la misma ineptitud. Recuerde, un profesor malo echa a perder a alumnos promedio.

No se me ocurre ninguna razón para no proponer esto al sindicato. Puede ser que no lo acepten, pero entonces ellos tendrán que explicar, como decíamos. En lugar de sus comerciales de que falta dinero en las escuelas, que reconozcan que lo que falta es capacidad en los profesores.

Empecemos por la secundaria y sigamos a la primaria. En tres años detenemos la destrucción de nuestros jóvenes, y en 10 tendremos la base para un verdadero sistema de investigación e innovación. Pero de eso platicaremos después.


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El problema educativo - Macario Schettino




Gracias a Pedro Martínez Abaroa, lector de estas páginas, pude leer pronto un artículo aparecido en la revista The Economist esta semana, titulado “Cómo ser los mejores”

En ese texto se analiza un fenómeno que, para México, es de la mayor importancia. En los países industrializados, el gasto en educación ha crecido de manera continua sin que los resultados hayan cambiado. La revista toma como excusa lo que ocurre en el sistema educativo inglés, pero pronto aclara que es algo que ocurre en muchos otros países. Frente a ello, la consultora McKinsey, dice la revista, ha propuesto tres cosas: tener los mejores maestros, obtener lo mejor de ellos, y usarlos cuando los alumnos se empiezan a atrasar. Tres sugerencias que deberíamos aceptar aquí en México con toda urgencia.

Permítame citarle un párrafo íntegro: “Empecemos por contratar a los mejores. No hay duda de que, como dice un funcionario de Corea del Sur, ‘la calidad de un sistema educativo no puede ser mayor que la calidad de sus profesores’. Estudios en Tennessee y Dallas han mostrado que, si se toman alumnos de habilidad promedio y se les da a los profesores que están en 20% superior, los alumnos acaban en 10% superior; si se les da a los profesores de 20% inferior, acaban en el fondo. La calidad de los profesores afecta al desempeño de los alumnos más que cualquier otra cosa”.

No tiene desperdicio, por eso lo transcribo completo. No hay nada que afecte más el desempeño de los alumnos que la calidad de sus profesores. Por eso tenemos cientos de miles de jóvenes estudiando carreras administrativas, o derecho, o de ciencias sociales, huyendo de las matemáticas que algún pésimo profesor les hizo odiar. Repito a The Economist, si a alumnos promedio les da usted excelentes profesores, obtendrá excelentes alumnos. Pero lo contrario también es cierto, y alumnos promedio se convierten en jóvenes incapaces gracias a pésimos profesores, como es el caso en México.

Pero la revista informa todavía más: no se consigue a los mejores pagando más. No son los países que más pagan a sus profesores los que tienen a los mejores, y cita como ejemplos a Suiza, Alemania o España. Les faltó información, porque los profesores mejor pagados del mundo, con respecto al ingreso promedio nacional, son los nuestros. Sólo Corea del Sur paga más que México a sus profesores. Pero en aquel país, y cito nuevamente a The Economist “los profesores deben obtener un grado universitario, de sólo una docena de universidades. Obtener la plaza requiere las más altas calificaciones, y sólo se abren dependiendo de las vacantes… la lección parece ser que ser profesor debe ser algo difícil de lograr”.

No me detengo en la tercera condición que sugiere McKinsey, usar a los profesores para impulsar a los alumnos que se rezagan, porque ya se me hace un exceso. Me conformaría con que empezáramos por la primera recomendación, e hiciéramos un programa urgente de recalificación del profesorado de secundaria. Me centro en este ciclo escolar porque es claro que ahí es en donde los jóvenes mexicanos pierden más: salen regular de primaria, pero pésimo de secundaria.

Hay hoy 350 mil profesores en secundaria que no están haciendo bien su trabajo. Evidentemente, no todos, pero es una mayoría abrumadora la que falla, puesto que dos terceras partes de los jóvenes salen incapacitados de ese nivel escolar. No estaría nada mal que pudiéramos abrir a la competencia las plazas de ese nivel, para tener a los mejores 350 mil profesores posibles. Me imagino que esto es algo que el sindicato no aceptará con facilidad, pero tendrá que dar razones para ello.

Digamos que no se concursen todas, sino 50 mil cada año. Si el sindicato cree que sus miembros son capaces, podrán pasar los exámenes. Si cree que les falta capacitación, es algo que el mismo sindicato puede hacer. Lo que no podemos seguir soportando es la actitud criminal actual, porque cada profesor incapaz está condenando a sus alumnos a la misma ineptitud. Recuerde, un profesor malo echa a perder a alumnos promedio.

No se me ocurre ninguna razón para no proponer esto al sindicato. Puede ser que no lo acepten, pero entonces ellos tendrán que explicar, como decíamos. En lugar de sus comerciales de que falta dinero en las escuelas, que reconozcan que lo que falta es capacidad en los profesores.

Empecemos por la secundaria y sigamos a la primaria. En tres años detenemos la destrucción de nuestros jóvenes, y en 10 tendremos la base para un verdadero sistema de investigación e innovación. Pero de eso platicaremos después.


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miércoles, 17 de octubre de 2007

Botellita de jerez - Alejandro Gertz Manero




Hacer las cosas al revés de lo que es necesario y lógico ha sido el síndrome culpígeno que el poder mexicano no ha podido superar desde 1968, cuando la ciudadanía se montó en un pleito entre políticos para expresar su vergüenza colectiva y la necesidad de expiar públicamente su complicidad y su sometimiento de tantos años frente a sus caciques, los cuales respondieron con violencia demencial, exterminio selectivo y la multiplicación hasta el infinito de la corrupción y de la simulación.

Esa exaltación de ineptitudes fue implacable mientras hubo dinero para cerrar fronteras, aniquilar contestatarios y proteger complicidades; pero esa abundancia llegó a su fin y el sistema empezó a convertirse en una mascarada exhibicionista, en la que no importa el ridículo, mientras se conserve el botín y la impunidad.

Ahora estamos a punto de caer en esa misma trampa a través de una reforma en seguridad y justicia que se sustenta en estos tres ejes:

1. Darle facultades amplísimas de acción a un sistema policiaco incontrolable y descalificado por sus abusos, su corrupción y su ineficacia.

2. Otorgarle autonomía plena y sin control a un Ministerio Público que ha sido repudiado masivamente por su inmoralidad, por su incapacidad y por su carencia de controles de legalidad.

3. Exaltar la oralidad de los juicios penales, como una panacea casi mágica, cuando en ellos sólo se refrenda un proceso que ya realizó en secreto y a su antojo el Ministerio Público, y que los jueces no pueden variar ni las víctimas intervenir.

Para documentar este absurdo, es necesario puntualizar lo siguiente:

A) En México se cometen más de 11 millones de delitos y las policías no previenen 94% de ellos, porque están coludidas con la delincuencia, desde la más elemental hasta la más sofisticada, y cualquier superpoder que se les otorgue lo van a usar en beneficio de esa corrupción e ineficacia, mientras fabrican “teatritos mediáticos” para ocultar sus múltiples fracasos y contubernios.

B) Al Ministerio Público la población lo rechaza no sólo por sus vínculos con el poder, sino por su relación orgánica con la corrupción y la ineficacia; y por ello, 88% de los delitos ya nadie los denuncia frente a esa autoridad, que al obtener mayor autonomía y menos control, a lo mejor nos lleva a que la repudie 99% de las víctimas.

C) A los juicios penales sólo llega 1.9% de los delitos que se cometen, y de ese exiguo número, 80% son por robos en flagrancia con valor de menos de 8 mil pesos, los cuales deberían sentenciarse de inmediato por jueces cívicos; razón por la cual la oralidad, que es muy necesaria, de ninguna manera es la panacea que se está ofertando falsamente como solución global a la inseguridad y la injusticia.

En razón de lo expuesto, haría tres preguntas:

1. Antes de otorgarles “superpoderes”, ¿no sería mejor controlar con eficiencia y transparencia las conductas de todos los policías del país, para obligarlos a cumplir con sus deberes más elementales?

2. ¿No sería más útil someter al Ministerio Público a un verdadero control de legalidad, quitándole su corrupto “monopolio” de la acción penal, en lugar de otorgarle una patente más amplia de impunidad?

3. ¿No sería más lógico compactar la averiguación previa con un juicio penal transparente, oral y equitativo, ofreciendo la alternativa de una justicia cívica inmediata para la inmensa mayoría de los delitos?

La respuesta está en el aire.

editorial2003@terra.com.mx


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martes, 9 de octubre de 2007

entonces?? - de la Columna de Macario Schettino

Como puede usted comprobar viendo los titulares de los periódicos y noticieros de medios electrónicos, ya se acabó el repunte inflacionario. Bastó el anuncio presidencial para que, como por milagro, la inflación regresara al nivel normal
Es decir, que dejara de ser noticia. Como usted sabe, porque lo leyó aquí, nunca hubo presión inflacionaria, se trataba de presionar al gobierno (presidente y Congreso) en respuesta a los cambios legales que están resultando costosos para algunos.
En estos días lo que se discutirá, y posiblemente sea el tema más llamativo, es el presupuesto. Ahí veremos que la reforma fiscal, a pesar de que incrementará la recaudación, es totalmente insuficiente. Hay que invertir en infraestructura de comunicaciones y transportes, sin duda, pero también hay que hacer una refinería, con urgencia, para impedir que la gasolina que importamos nos lleve a una crisis de balanza de pagos. Hay que hacer reservas para las pensiones, dar servicio a los Pidiregas, financiar la operación de IMSS e ISSSTE, y hay que mejorar el sistema educativo. Y todo eso lo tenemos que hacer con el magro incremento en ingresos que significa la reforma fiscal.
Es claro que nunca alcanzará el dinero, porque cada secretario quiere más para su área, y debajo de ellos, cada director y jefe de departamento, lo mismo. Y, como sabemos, la burocracia se multiplica sola. No sólo en el gobierno, también en la iniciativa privada. El tiempo que les queda libre lo ocupan en quitárselo a los demás, citando a juntas, enviando oficios, lo que sea, con tal de parecer ocupados e importantes.
Por eso hay algo de razón en las quejas acerca de cuánto del presupuesto se destina al llamado gasto corriente, específicamente a sueldos y salarios. De hecho, en el sexenio pasado el Congreso obligó a una contracción del gobierno federal, al establecer un máximo de tres subsecretarías en cada secretaría (perdone la repetición), y límites al número de asesores, secretarios particulares, etcétera.
El problema con estas reducciones de corte general es que no resuelven mucho, y sí pueden complicar más la situación. Hay puestos que requieren de una secretaría particular que lidie con los oficios y peticiones de todos los ociosos. Si la ley no permite ese puesto, se creará otro, con otro nombre, que hará exactamente lo mismo.
Además de este fenómeno de multiplicación de la burocracia, existe otro que también colabora a los gastos inútiles. El crecimiento del gobierno, desde los años 70, ha dejado una gran cantidad de puestos sindicalizados que es muy difícil desaparecer. El nivel del personal en muchos de esos puestos no resulta adecuado a las necesidades actuales, pero como tienen que seguir trabajando, entonces se crean otros nuevos, de confianza, que realizan el trabajo. También tienen nombre simpático: enlaces, se les llama en muchas dependencias. Uno pensaría que no es tan grave, porque en muchos casos los puestos son de bajos ingresos. Pero cuando se multiplica por miles, el gasto ya pinta.
Tiene usted ahí dos mecanismos que elevan el gasto del gobierno en sueldos y salarios: la multiplicación propia de la burocracia y la inercia. Pero aunque sea fácil identificar estos mecanismos, no es fácil corregir. Ambos son naturales y reaparecen con facilidad. Se puede intentar una reestructura general del gobierno, pero al final aparecen las decisiones políticas: desaparecer secretarías que no tienen objeto de trabajo, desaparecer niveles completos de trabajadores sindicalizados que ya no funcionan, acabar con áreas enteras del gobierno que sólo sirven para mantener tranquilos a algunos grupos. Y no crea que estas decisiones sólo afectan al gobierno, sino a sectores de la sociedad: investigadores que no investigan, creadores que no crean, empresarios que no emprenden y nada más piden subsidios, líderes campesinos que viven de transferencias, hay de todo.
Así que, aunque suena bien la idea de recortar el gasto corriente, sería bueno que el Congreso dijera qué grupos, de los que viven del gobierno, van a ser los primeros en perder la ubre. Y entonces verá usted, como pasó con la gasolina, gran alharaca. Por eso la política es difícil, no crea usted.

De la Fuente: luz y sombra - de la columna de Ricardo Alemán

Repartió el poder como lo recomendó Zedillo, y empezó su exitosa gestión
Cuando el PRI dejó el poder, pasó a ser uno de los rectores con más autonomía
E n efecto, nadie puede regatear méritos a la gestión de Juan Ramón de la Fuente durante ocho años de rectorado al frente de la UNAM. Pero por esa razón vale recordar, ante el relevo en la Rectoría, que De la Fuente fue un rector impuesto por el gobierno de Ernesto Zedillo —para resolver el “montaje” que en abril de 1999 se fraguó con fines político-electorales y que paró por diez meses la Universidad—, y que significó una de las más groseras intervenciones a la autonomía universitaria, que llegó al extremo de derribar a un rector, Francisco Barnés.
Y es que en los últimos ocho años, la UNAM pasó de un escenario que la colocaba en el “peor de los mundos”, arruinada por un paro de nueve meses que se promovió desde el gobierno de Zedillo con fines político-electorales, a una impensable autonomía producto de la derrota del PRI en las elecciones del año 2000, para coquetear con la tentación de ser parte de un proyecto partidista en 2006 —el de López Obrador—, en cuyo hipotético gobierno ya había un lugar para el rector De la Fuente.
Por eso, la experiencia que vivió la UNAM en la más reciente década —desde la llegada a la Rectoría de Francisco Barnés de Castro, hasta el relevo de De la Fuente—, debe ser tomada en cuenta por los universitarios no sólo por los logros del saliente rector, sino por lo que significó para la autonomía universitaria la intromisión del gobierno, la tentación de De la Fuente de alinearse a otros hipotéticos gobiernos y, sobre todo, frente a la nada remota posibilidad de los “maximatos”.
La historia de esa peculiar crisis se remonta a la primera mitad de 1999, cuando el nuevo rector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro, propuso un reglamento de pagos que había sido aprobado por el Consejo Universitario y que contaba con el aval del gobierno de Zedillo. A la propuesta de que los estudiantes pagaran una cuota de acuerdo a sus posibilidades económicas, surgió una protesta que se movía en las dos vertientes clásicas; que se atentaba contra la gratuidad de la educación y que era el primer paso para la privatización de la educación superior.
El conflicto se produjo cuando ya habían entrado en vigor las novedosas reglas electorales aprobadas en 1996, cuando el PRD ya había ganado el gobierno del Distrito Federal, y cuando Cuauhtémoc Cárdenas ya era el virtual candidato presidencial del PRD, quien tenía en la UNAM uno de sus principales bastiones de activismo y movilización. En la secretaría de Gobernación despachaba Francisco Labastida, señalado desde entonces como el precandidato presidencial de Ernesto Zedillo.
El 20 de abril de 1999, sectores universitarios agrupados en el Consejo General de Huelga decidieron parar de manera indefinida la UNAM, con lo que dio inicio un proceso de radicalización de ese movimiento, que pronto mostró indicios de que manos interesadas, ajenas a la actividad estudiantil y académica, se habían metido para prolongar de manera absurda el paro. El 21 de mayo Francisco Labastida renuncia a la secretaría de Gobernación y su lugar es ocupado por Diódoro Carrasco, el ex gobernador de Oaxaca, amigo cercano de Zedillo, al tiempo que se radicalizan aún más los grupos que mantenían parada la Universidad.
A la par que se extendía y radicalizaba el conflicto en la UNAM, los precandidatos presidenciales de los tres grandes partidos iniciaron su activismo —Fox, Labastida, Cárdenas, entre otros— y se confirmaba que la crisis universitaria había sido alimentada con fines político electorales, todo ante la pasividad del gobierno federal y esfuerzos titánicos del gobierno del Distrito Federal por impedir confrontaciones entre los “paristas” y la administración capitalina, que para la segunda mitad de 1999 ya estaban en manos de Rosario Robles, un símbolo de la lucha universitaria.
El presidente Zedillo se refirió a la crisis universitaria el 23, 25 y 27 de agosto, para decir que su gobierno no utilizaría bazucas para resolver el conflicto; regresó al tema el 1° de septiembre, pero el 22 de octubre de 1999, en la celebración del Día del Médico, frente a Juan Ramón de la Fuente, que entonces era secretario de Salud, Zedillo pronunció un discurso en el que prácticamente dibujó lo que sería la estrategia del gobierno para derribar al rector Francisco Barnés de Castro e imponer a Juan Ramón de la Fuente. Todo, claro, luego del domingo 7 de noviembre, fecha en la que sería electo candidato presidencial del PRI Francisco Labastida.
La estrategia que dibujó Zedillo ese 22 de octubre —discurso y disección de los que nos ocuparemos mañana—, se cumplió al pie de la letra; cayó Barnés de Castro, llegó a la Rectoría Juan Ramón de la Fuente y en febrero de 2000 la policía entró a la UNAM para restablecer las actividades. De la Fuente pactó con los grupos, hizo alianzas, repartió el poder como lo recomendó Zedillo, y empezó su exitosa gestión. La UNAM quedó a merced del gobierno de Zedillo.
Pero en julio de 2000, cuando el PAN de Vicente Fox ganó la elección presidencial, el rector Juan Ramón de la Fuente se encontró con la novedad de que su deuda de lealtad a Zedillo y el PRI —que llegaron a verlo como presidenciable—, ya no existía. Por una de esas piruetas de la política, De la Fuente tenía la libertad de ejercer, como pocos, la autonomía universitaria. Y esa libertad de gestión contribuyó de manera decidida a sus logros. Pasó de rector impuesto, a uno de los rectores con más autonomía, porque el PRI dejó el poder.
Pero al mismo tiempo aparecieron nuevas tentaciones de poder. Una vez reelecto en el gobierno de Fox, estrechó alianzas con un sector de la izquierda universitaria que convirtió en su ideal a Andrés Manuel López Obrador, De la Fuente vio la posibilidad de regresar a un hipotético nuevo gobierno, dizque de izquierda, como secretario de Estado. Con habilidad política, buena prensa y en silencio, colocó a la UNAM al servicio del candidato López Obrador. Pero le falló el cálculo. Aún así, en la crisis postelectoral, se cabildeó como presidente sustituto, ante la posibilidad de que se anulara la elección de 2006. Tampoco tuvo suerte. Pero hoy no son pocos los que auguran el inicio de un “maximato”. Pero eso, para mañana.

domingo, 7 de octubre de 2007

Blog Marketing: canales de comunicación para hacer crecer tu blog




Publicado por Sergio Monge el 2 de Octubre de 2007 | Internet, Web 2.0, Marketing Viral

Hay muchas técnicas de marketing que podemos utilizar para atraer nuevos visitantes. Los visitantes ocasionales harán un examen muy superficial de nuestro blog, así que es necesario tener nuestros artículos esenciales accesibles para convencerles de que es buena idea que se suscriban.

Hay dos estrategias fundamentales para atraer visitantes a nuestro blog. La primera estrategia es la del “manantial”. Consiste en generar pequeñas fuentes de tráfico muy fáciles de producir pero con un caudal muy reducido. Esta estrategia requiere constancia y tiempo, ya que cada acción reporta tan sólo una cantidad muy pequeñan de visitantes (no más de una decena, quizá). Cuando un blog está empezando, estas estrategias son las únicas que se puede permitir mientras comienza a desarrollar buen contenido.

* Comentarios en otros blogs. Quizá puedas dejar 4-5 comentarios cortos en blogs relacionados con tu tema antes de irte a la cama, cuando estás demasiado cansado para escribir algo largo. Dos consejos para tus comentarios: aporta valor y centrate en unos pocos blogs complementarios (y con una audiencia razonable).
* Comentarios en foros. Misma estrategia: centrarse en unos pocos foros y escribir cosas que aporten valor. Quizá puedas escribir un artículo interesante con referencias (vínculos) a tu blog y publicarlo en 3 o cuatro foros elegidos.
* Trackbacks. Hay que enviar trackback a artículos relacionados otros blogs siempre que sea posible. Además de una minúscula cantidad de tráfico, atrae la atención del autor del blog.
* Blog carnival. No sé si esto es aplicable a la blogosfera hispana. Los blog carnival son comunidades blog en las que tratan de recopilar todos los artículos interesantes que se han publicado en blogs sobre determinado tema. Alguien inicia un blog carnival sobre un tema y se solicitan contribuciones a los bloggers. Durante un tiempo se reciben propuestas y finalmente se redacta el artículo (visita una de estas comunidades o consulta el FAQ). No conozco ninguna en español.

La segunda estrategia de blog marketing es la del “torrente”. Consiste en atraer enormes cantidades de público a tu blog a través de acciones que requieren mucha preparación. En general, son una estategia de crecimiento más efectiva que los “manantiales” pero requieren de tiempo muy bien invertido. Estas son las fuentes más comunes de torrentes de tráfico:

* Portada de Menéame (o Digg o similares). Puede estar entre 2000 y 3000 visitas para el caso de Menéame. Ayuda tener una audiencia lo suficientemente numerosa como para conseguir esas decenas de votos que necesitas para alcanzar la portada. Además, hay temáticas más adecuadas que otras para . taller d3, por ejemplo, dudo muchísimo que jamás llegue a ser meneado. No tiene nada que ver con Linux, las SGAE, el Copyright, la ciencia o la informática.
* La página de vínculos populares de Del.icio.us. De nuevo necesita, además de buen contenido,
* Vínculos desde el blog de un Top Blogger. Si escribes algo que realmente merece la pena sobre algún tema que suela tratar algún top blogger, quizá deberías escribirle para contárselo.
* Aparecer reseñado en una newsletter o publicación populares.
* Aparecer reseñando en el periódico o en una revista.

Por encima de estos canales de marketing está la herramienta más poderosa para difundir tu blog: tu audiencia. Los lectores suscritos a tu fuente RSS son la principal fuerza difusora de tu blog. Esa es la razón por la que los blogs con audiencias grandes y excelentes contenidos raras veces necesitan estrategias de marketing. Su audiencia hace el trabajo por ellos mientras se concentran en ofrecer buenos contenidos. El efecto de tu audiencia es incremental. Si tienes 1000 lectores tienes 10 veces más posibilidades de que uno de ellos referencie tu blog (quizá incluso con un enlace desde su blog) que si tienes 100. Pero es que, a consecuencia del efecto viral de la red, esa recomendación puede extenderse varias “generaciones”(alguien, que recomienda a alguien, que recomienda a alguien, que recomienda a…), especialmente si, cómo hemos dicho, alcanza las grande sfuentes de tráfico: portada de Menéame, vínculos populares de Del.icio.us…

Otra cuestión que debe vigilarse son las relaciones con tus pares. Mantener buenas relaciones con otras personas que escriben sobre lo mismo es la llave para obtener algunas de las grandes fuentes de tráfico que hemos mencionado. Es difícil obtener ningún reconocimiento si los demás blogger que escriben sobre tu tema no hablan nunca de tí: si un blogger te menciona, su red de influencia (que contendrá otros bloggers) también se vuelve consciente de tí. Algunos consejos básicos:

* Enlaza antes de que te enlacen.
* Escribe un email para presentarte a un blogger o para comentarle algo sobre alguno de los temas de su blog. Tomará consciencia de tu existencia y es posible que decida seguirte.
* Escribe emails a los top blogs cada vez que publiques un buen artículo esencial. Pero aseguraté antes de que lo que has escrito merece la atención que estás pidiendo.
* Haz entrevistas a otros blogger, especialmente si son top blogger. Es un formato un tanto manido pero sigue funcionando.
* Graba las entrevistas. Coge una videocámara o una grabadora digital y genera un tipo de contenido más atractivo.

Links de interés (en inglés):






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15 pasos para convertirse en un blogger influyente: manual para necesitados


15 pasos para convertirse en un blogger influyente: manual para necesitados
Martes, 2 Octubre 2007

La clave es ésta: tú eres tu propia marca y tu producto el blog. Este es el punto de partida. La idea es que si tus lectores te consideran una referencia, hablarán de ti como referencia. Si tus lectores se fijan en tus consejos, se los harán llegar a otros. En todo caso, lo que hay detrás de este pensamiento, es potenciar la individualidad frente al blog como herramienta genérica. Nos gusta saber más de las personas que de los blogs, en el fondo.

¿Qué podemos hacer para llegar a ser un “influenciador de la muerte”?

1. Elige una idea sobre la que quieras insistir. Normalmente asociamos nombres de bloggers a un concepto, a una temática: por ejemplo, ideas de negocio, productividad, etc. Si sabes de todo, no sabes de nada…
2. Un estilo consistente: tesón e ideas claras, ayudan a construir tu marca
3. Necesitas un logo: ¿crees que la gráfica no es importante? necesitas un logo, como cualquier marca.
4. Tienes que estar en todas partes: sí, sí, en todas partes. Y eso te obligará a dejar tu mensaje en muchos lugares.
5. Escribe un libro gratuito, en formato electrónico, y hazlo llegar a todas partes. Es gratis y no te costará publicarlo…
6. ¿participas en algún foro? planteate que si consigues ser un miembro respetable de tu comunidad, generarás mucho tráfico a tu blog.
7. Acuña palabras o frases: inventa términos que sean originales, cada vez que se usen, trabajan para ti (un ejemplo puede ser el “ideavirus” de Seth Godin).
8. Haz amigos en todas partes, pero sobre todo en la blogosfera: será donde encuentres la gente dispuesta a linkarte y extender tu marca.
9. Responde a las críticas con dignidad (yo añadiría que con fina ironía, además): en algún momento, alguien te criticará “malamente”, no de manera constructiva. Cuando ocurra, piensa que tu respuesta puede marcar la diferencia entre seguir subiendo enteros o bajarlos…
10. Trata de ser un usuario con alta visibilidad en los medios (social media power-user): para ello participa y vota contenidos que sean de tu interés.
11. Innova, experimenta: saca los pies del tiesto. Haz algo sobre lo que merezca la pena hablar.
12. Escribe con conocimiento de causa, trata de escribir de manera clara, vigila tu gramática, estilo y todo aquello que mejore tu redacción y permita que más gente entienda lo que escribes.
13. Usa las redes sociales: sí, hay que usarlas, te pueden parecer una pérdida de tiempo, pero hay que estar.
14. Consigue que te entrevisten: aparte de que es un potente alimento para el ego, siempre se asocia que se hace una entrevista a la persona que tiene alqo que contar.
15. Walk the talk: ponte en marcha, no lo pintes más en un papel y ponte en marcha ;-)

Y si después de leer todos estos sabios consejos, no consigues ser un “blogger influyente”, siempre podrás ser un “pelotudo con un blog”.


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‘Gasolinazo’, una reacción de pánico - Jorge Zepeda Patterson


La promoción del “gasoli-nazo” para mejorar sus finanzas, y su inmediato congelamiento para sostener su popularidad, tiene todos los visos de ser una reacción de pánico de parte de la Presidencia. Y ciertamente hay razones para preocuparse. Si Bill Clinton tenía razón (autor de la ya célebre frase “es la economía, imbécil”), la administración de Calderón está a punto de entrar en aguas profundas y amenazadoras. Durante los 10 meses de la gestión del gobierno del michoacano, los precios de la canasta básica se han incrementado 34%, aunque la inflación en su conjunto sea inferior a 4%.

En plata pura esta enorme desproporción entre un ritmo y el otro significa que la situación del conjunto del país sigue siendo aceptable, mientras que la de las clases populares comienza a hacerse insostenible. En términos políticos las consecuencias podrían ser devastadoras: un verdadero reto para el hábil equilibrista que ha resultado el inquilino de Los Pinos. Primero revisemos la naturaleza económica del fenómeno, luego las implicaciones políticas.

Hace unos días el economista José Luis Calva publicó un sesudo artículo en EL UNIVERSAL, en el que establece el origen externo del incremento en los precios de la canasta básica. Como los huracanes, los efectos pueden ser devastadores en estas tierras, pero se originan en otras latitudes. En resumen, Calva argumenta que el encarecimiento de los alimentos es el principal responsable de la inflación explosiva de la canasta (aunque las colegiaturas también hicieron su parte). Y a su vez, casi dos tercios del componente inflacionario de los alimentos es el resultado de fenómenos que tienen lugar en el extranjero, debido fundamentalmente a dos razones: 1) el incremento de la demanda de alimentos en las superpobladas y superdinámicas economías emergentes de Asia; 2) la creciente utilización del maíz en la producción de etanol.

Desde luego, el gobierno federal tiene responsabilidad en última instancia. Pero ésta deriva de la negligencia casi criminal a lo largo de varias décadas durante las cuales México terminó perdiendo autosuficiencia alimentaria. Las importaciones de granos básicos alcanzaron el 29% del consumo nacional en el trienio 2004-2006; las importaciones de oleaginosas, el 91%; las de carnes rojas, el 26%. Esta dependencia, aunada a la espiral internacional de precios del maíz, carnes y oleaginosas, se ha convertido en un factor desestabilizador con mucho más alcances de los que pueda tener cualquier ataque del EPR o similares.

Así pues habría que reconocer que esta escalada de precios no es producto de las medidas adoptadas por el gobierno calderonista. El “gasolinazo” decretado hace unos días y congelado hasta enero podrá incrementar la espiral, pero todavía no ha sido factor (al menos hasta hace unos días). Esto entraña una buena noticia y otra mala. La buena, es que políticamente el equipo del Presidente puede clamar su inocencia respecto a la inflación; la mala es que, no siendo responsable del incremento de precios, tampoco puede hacer mucho para detenerlo. Puede empeorarlo, pero no subsanarlo.

En términos políticos, Los Pinos todavía no termina de cuajar una estrategia coherente para gestionar la crisis social que la carestía podría desencadenar. Hasta ahora el comportamiento ha sido errático, y en ocasiones con ribetes de desesperación histérica. El anuncio de Felipe Calderón en el que se deslinda de los aumentos para hacerlos recaer en los hombros de las cámaras, bajo el argumento de que él congela los incrementos que los legisladores alegremente aprobaron, fue una puñalada por la espalda a su propio partido, el PAN, y a su gabinete económico. Ambos habían trabajado afanosamente con los legisladores de otros partidos para lograr la aprobación de tales incrementos, en beneficio de las finanzas públicas del gobierno de Calderón.

El congelamiento del “gasolinazo” tiene todos los visos de ser una reacción de pánico de parte del Presidente, atemorizado por la posibilidad de perder popularidad. Al gestionar un incremento en los combustibles en el Congreso, y luego pararlo por un decreto, lo único que consiguió es lo peor de los dos mundos: por una parte, su gobierno no obtuvo la derrama económica que le proporcionarían las gasolinas más caras, y en cambio en los próximos meses la especulación incrementará los precios de todos los artículos, anticipándose al encarecimiento de los combustibles anunciando para enero. Habría sido mejor evitar todo anuncio de incrementos energéticos este año, y aplicarlos hasta el siguiente, para no dar más argumentos a la inflación.

No será fácil para Felipe Calderón mantener los equilibrios si persiste en la búsqueda de otros actores políticos a los cuales echarles la culpa. Mal haría el Presidente en comprar el falso argumento que paralizó a Vicente Fox, de que altos índices de popularidad equivalen a un buen gobierno. No es así. El respaldo de la opinión pública es un recurso, un capital político, que debe ser invertido para generar los cambios y las acciones que el país requiere. Atesorar ratings de aprobación, como un fin en sí mismo, equivale a guardar el capital bajo la almohada; es decir, significa actuar como si no existiera.

Si como en el caso de los huracanes, la actual espiral inflacionaria viene de afuera, las únicas soluciones posibles son también las que se exigen ante un meteoro devastador: solidaridad y acción conjunta. Lo peor que puede hacer la Presidencia frente a la inflación es recurrir a la estrategia irresponsable del “sálvese quien pueda”. Aumentar los precios de los servicios y productos del sector público para defender al gobierno de la inflación, simplemente hará más crítica la presión sobre los sectores populares.

Frente a la escala de precios que se ceba en la canasta básica, el gobierno deberá encabezar a todas las fuerzas sociales para encarar la difícil tarea de acotar daños, sin desencadenar aumentos indiscriminados de precios y salarios. Pero ningún pacto social será respetado si el gobierno opera bajo la lógica de que ante los botes de salvamento el Presidente lleva mano antes que niños, mujeres y ancianos. Justamente eso es el “gasolinazo”, sea ahora o en enero.


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jueves, 4 de octubre de 2007

Combate AMLO a ‘Los Chuchos’




# Nueva Izquierda revirtió su condición de sometida y es la corriente más poderosa

# López Obrador sigue siendo una figura que influye, pero carece de espacios de poder

Además de su guerra personal contra el “espurio” Felipe Calderón —que, supone, le dará cuerda para llegar políticamente vivo a las elecciones federales de 2009 y 2012—, el señor Andrés Manuel López Obrador tiene una prioridad inmediata: mantener el control partidista durante la cercana renovación de la dirigencia del PRD, prevista para marzo de 2008.

Por eso, durante todo el pasado mes de septiembre y en el semestre por venir —hasta marzo próximo—, el objetivo de los misiles discursivos de López Obrador es y será el grupo perredista que le podría arrebatar el control de la dirigencia del partido amarillo, conocido como Nueva Izquierda, y que todos motejan como Los Chuchos. La andanada declarativa de AMLO y los suyos —como el leal Fernández Noroña— va dirigida a confirmar, en los hechos, la supuesta “traición” de Los Chuchos en centros reales de poder como el Congreso y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Y las evidencias están a la vista de todos. ¿Qué significan las acusaciones que López Obrador lanza desde la plaza pública? Sea contra el supuesto “peligro para México” que, según AMLO, es el Congreso; sea el señalamiento de que los legisladores del PRD “han cambiado el morral por la Suburban”, y hasta el reciente regaño de que a los legisladores del FAP, entre ellos los del PRD de manera destacada, “les faltaron pantalones” para oponerse al “gasolinazo”.

La interrogante se responde al dar respuesta a otra pregunta asociada: ¿qué grupo del PRD tiene el control de los centros de poder real que son el Congreso de la Unión y la Asamblea Legislativa? En los dos casos la respuesta es el grupo de Nueva Izquierda, Los Chuchos, cuyo jefe real es Jesús Ortega, precandidato a la presidencia del PRD con muchas posibilidades de ganar la dirigencia de los amarillos en la elección de marzo de 2008, por sobre el candidato del señor “legítimo”, Alejandro Encinas.

Pero aparece una nueva pregunta: ¿por qué ese “fuego amigo” de AMLO contra su propio partido o contra el grupo de Nueva Izquierda? La razón no deja de ser una más de las frecuentes paradojas entre la llamada izquierda mexicana. Porque en el proceso electoral de julio de 2006, cuando López Obrador y sus leales daban por hecho que despacharían en Palacio Nacional durante el sexenio 2006-2012, a cambio de esa lealtad a toda prueba, el señor “legítimo” entregó a Nueva Izquierda lo que entonces se consideraban “las migajas del poder”. Es decir, les entregó la parte mayoritaria de las posiciones a cargos de elección popular en el Congreso federal y en su correspondiente del Distrito Federal.

López Obrador suponía, en años y meses previos a julio de 2006, que él y sólo él se quedaría con “la tajada grande del pastel”; con todo el poder presidencial y todo lo que eso significaba, mientras que las “migajas” del poder sexenal, el centro de poder depositado en el indeseable Congreso, se quedarían en manos del partido, en especial del grupo de Los Chuchos. El mismo esquema se repitió en el segundo gobierno en importancia del país, el del Distrito Federal, que al final de cuentas quedó en manos de su fiel escudero, Marcelo Ebrard, mientras que la Asamblea Legislativa fue entregada también a Nueva Izquierda.

Pero como todos saben, el sueño obradorista no se hizo realidad. La mañana del 3 de julio López Obrador amaneció sin nada entre las manos —luego de una previsible derrota que nunca quiso ver—, mientras que sus adversarios intramuros del partido amarillo, Los Chuchos, se habían sacado el “gordo” de la lotería político-electoral; la noche del 2 de julio se fueron a dormir como un grupo político sometido por el poderoso López Obrador, y de manera sorpresiva amanecieron como la segunda fuerza política en el Congreso —en las cámaras de Diputados y Senadores—, y con el control casi absoluto en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Y es que Los Chuchos lograron meter a la contienda electoral de 2006 el mayor número de candidatos a las listas de diputados federales, senadores y asambleístas del DF. De esa manera, y luego de la elección que AMLO calificó como “fraudulenta” —que fue la misma en la que fueron electos diputados, senadores y asambleístas del PRD—, los señores de Nueva Izquierda revirtieron su condición de grupo sometido y pasaron a la de corriente más poderosa del PRD. Con los votos que movió AMLO, sus adversarios del PRD se hicieron del control territorial, de buena parte de las fracciones parlamentarias en los congresos estatales donde los amarillos tienen presencia y, por si fuera poco, se quedaron con el control de las cámaras federales de Diputados y Senadores.

De esa manera se rompió el esquema que se había trazado AMLO antes del 2 de julio, y no sólo no ganó la elección y el poder presidencial, sino que perdió el control y la hegemonía en su partido. Hoy, intramuros del partido amarillo, López Obrador sigue siendo una figura indispensable, que influye y presiona, pero que carece de espacios reales de poder. Por eso su prioridad es el control del partido, y por eso combate a Los Chuchos.

Más aún, resulta lastimosa la “colecta” que realizan los indeseables diputados del PRD —esos mismos a los que combate y ridiculiza—, para financiar la campaña político electoral del otrora “indestructible” —de la cual cada vez son más los diputados que se niegan a colaborar—, porque el tabasqueño se quedó hasta sin dinero para hacer política. Y la política cuesta. Sólo le queda una fuente indirecta de poder —y de donde también sale dinero para mantener los gastos familiares de AMLO y su proselitismo político-electoral—, que es la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, en donde Marcelo Ebrard, el siempre leal jefe de Gobierno, se las arregla para que salgan los dineros necesarios.

¿Cuántos de los leales y fanáticos del señor López Obrador se han preguntado de dónde obtiene el ex jefe de Gobierno el dinero necesario para la manutención de su familia —que pasó de tres a cinco miembros—, si el jefe de familia no tiene un empleo? De donde sale para pagar escuelas privadas, hospitales privados, comida, ropa… y para hacer política. Nadie lo sabe con claridad. Y a pocos les importa. Pero el dinero sale de algún lado. Al tiempo.


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Un buen experimento - Carlos Bazdresch



4 de octubre de 2007


Hace unos días fui a Guadalajara. Decidí pasear un poco por lo que ahora se llama colonia Americana que todavía tiene banquetas anchas y muchos árboles. De repente pasé al lado de la Escuela Superior de Arquitectura y decidí investigar qué era esa escuela cuya existencia ha generado discusiones en esa ciudad. La escuela imparte únicamente la carrera de arquitectura, cuenta con la autorización de la SEP, y otorga el título de arquitecto a los que hayan terminado los estudios en ese lugar.

Esta escuela es peculiar: I) Funciona sin subsidio público. Se sostiene únicamente por las colegiaturas y la voluntad de quienes laboran ahí. II) El propósito único de la misma es impartir la carrera de Arquitectura. III) Los estudiantes se concretan al estudio de un número pequeño de materias obligatorias para todos pero, de la mitad en adelante, la escuela ofrece diversas especializaciones que son seleccionados por el alumnado. Seguramente el estudiante tendrá más interés en aprender lo que seleccionó él mismo para especializarse.

IV) Hay hechos que sugieren que las ideas de la Escuela Superior no son tan descabelladas. La escuela tiene entre nueve y 10 años de funcionar. Ha atendido a más de 100 estudiantes. Su matrícula actual es de 30 estudiantes. Empezaron con 10 y los graduados son alrededor de 60. Esto implica que los fracasados son alrededor de 10%, lo que ciertamente es un porcentaje muy bajo.

La Superior no es de lujo ni se orienta a captar a los hijos de ricos, su colegiatura mensual es de alrededor de 3 mil 500 pesos, lo que es un costo medio aceptable para las familias. En realidad se trata de un verdadero esfuerzo por la calidad de la enseñanza de la arquitectura; esto se prueba, entre otras cosas, por el aumento del alumnado.

V) La escuela tiene un comité externo que juzga el nivel de su enseñanza y la calidad de su trabajo formado por seis arquitectos de Guadalajara, reconocidos por la calidad de su trabajo profesional.

Hace tres años, el periódico Mural de Guadalajara hizo una encuesta sobre la calidad de la enseñanza de la arquitectura en la ciudad. La Escuela Superior resultó con el mayor número de menciones favorables. Al día de hoy, más del 80% de los egresados de la Escuela Superior, siguen trabajando en tareas de arquitectura, lo que en su juicio el porcentaje es considerado muy alto. Además, mi opinión de formadores de arquitectos ha sido favorable a la Escuela Superior.

Mi opinión respecto de este esfuerzo, también es favorable. En diversas ocasiones se ha probado que las escuelas pequeñas, que —como la Superior de Arquitectura— están abiertas a la crítica, son opciones mejores por calidad de la enseñanza, que las enormes escuelas y universidades que se han formado en la gran mayoría de los países. El punto es que las escuelas de menor tamaño pueden dar mejor atención personalizada al estudiante.

Admiro mucho el caballeroso esfuerzo de mi amigo Alejandro Ramírez, fundador y director de la Escuela Superior de Arquitectura, por emprender esta tarea. De la misma manera, va mi felicitación a los que lo han acompañado en esta aventura. Sin embargo, hoy el dado de la suerte ha caído del lado de las instituciones grandes. Pues estas instituciones pueden ofrecer al estudiante muchas más opciones de estudio que una escuela pequeña. Me parece, entonces, que la Superior de Arquitectura deberá ser capaz de aliarse con una o más instituciones de mayor tamaño. Sin duda, esto llevará a mayor trabajo y poder para la burocracia. Pero sólo así —sacrificando algo de su ethos— esta escuela podrá sobrevivir mejor.


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miércoles, 3 de octubre de 2007

Mendiga de lujo - raymundo riva palacio




# Durante años, la señora Marta Sahagún presionó a empresarios para que aportaran recursos a Vamos México, algunos de los cuales, se empieza a conocer, terminaron en sus bolsillos

Por la parte más frágil se deshoja siempre la margarita. Luis Miguel Moreno, propietario de CMM Consultores, le reveló al reportero Alberto Aguirre, de EL UNIVERSAL, que el jeep rojo todo terreno con el cual ha aparecido Vicente Fox en varias fotografías no fue producto del esfuerzo del ex presidente, sino, muy probablemente, del de su esposa, Marta Sahagún. Moreno contó que en 2001 logró un contrato con la Fundación Vamos México para comercializar 5 millones de boletos tipo “ráscale”, y que conforme iban aumentando sus pedidos igual se incrementaban las solicitudes extraordinarias de la ex primera dama. Como por ejemplo, cuando en 2002, para celebrar el Informe presidencial, le pidió un jeep como el que usaba el presidente George W. Bush en su rancho en Texas. El 1 de septiembre de ese año, con una factura a nombre de otra persona, lo entregó en Los Pinos.

La revelación de Moreno es tremendamente significativa, pues por primera vez pone al descubierto el modus operandi que empleó la ex primera dama durante el arrogante reinado que presidió en Los Pinos. Mendiga de lujo, la señora Sahagún ejerció una permanente presión sobre la clase empresarial y en los círculos de poder político para allegarse bienes, conseguir recursos y obtener protección para su familia, sin pensar que, quizá en el futuro, le empezarían a cobrar las facturas. Moreno abre esa puerta, que es profunda y a veces parece interminable.

Marta Sahagún era terriblemente encajosa. Una de las perlas más significativas se dio en octubre de 2001, cuando para el lanzamiento de Vamos México organizó en el Castillo de Chapultepec un concierto con Elton John. No fue una función filantrópica, sino bajo el esquema de recaudación de fondos. Pero tampoco fue voluntaria, sino forzosa. La señora se dedicó a hablar a empresarios de todo tipo para presionarlos a que le compraran mesas de 10 lugares, a 10 mil dólares el cubierto, como su contribución a tan noble tarea. Muchos empresarios, aunque refunfuñando, compraron mesas completas.

Marta Sahagún también era atrabancadamente encajosa. Trepadora social, no había tenido realmente una oportunidad para encontrarse en el lugar adecuado. En Celaya, donde vivía con su familia antes de involucrarse con Fox, alternaba la venta de quesos en las esquinas con la atención a su botica veterinaria. Su vestuario, del que tanto se habla, era muy modesto en aquellos años, e incluso en los que fungió como responsable de comunicación social del entonces gobernador de Guanajuato, su futuro esposo Vicente. Cuando ganó la elección y era presidente electo, su ex amigo y cerebro financiero de Amigos de Fox, Lino Korrodi, le daba dinero para que se comprara mejores ropitas y zapatos. Pedir nunca se le quitó. Con el paso del tiempo llegó a pedir —y le dieron— ropa fina que llegó a ver en las casas de algunas amistades coyunturales que adquirió como primera dama.

Este hábito, narrado por algunas damas de la más alta sociedad que la padecieron y la despreciaban en su fuero interno, fue desapareciendo. Marta Sahagún fue acumulando bienes comprados con dinero que no tiene huellas aparentes. La ropa, paradójicamente, la desnuda. Hay propietarias de boutiques en la aspiracionista avenida Mazaryk en la ciudad de México que recuerdan cómo llegaba, regularmente con sus escoltas, a vaciar los estantes de Escada, Prada y Channel. Sus vestidos más baratos costaban 15 mil pesos, y en la remodelación de Los Pinos, cuando Fox decidió construir dos “cabañas”, su recámara estaba tan atiborrada de ropa que los anaqueles para colgarla empezaban prácticamente al pie de la cama.

La nueva rica también era miserable en el alma. No tuvo reparo en golpear sistemáticamente a las hijas adoptivas de su esposo Vicente, a quienes les cerró la cartera. Peleó contra la mayor, Ana Cristina, quien jugó siempre del lado de su madre adoptiva, Lilián de la Concha. No pudo con la señora de Los Pinos. Fox decidió cancelar de una vez por todas las disputas palaciegas de la familia, y mandó una larga temporada a Ana Cristina, a la segunda hija, Paulina, y a su madre, Lilián, a Europa. Se fueron a Florencia, Italia, pero no fueron mantenidas por Fox. Quien se hizo cargo de ellas fue el empresario tapatío y accionista mayoritario del Grupo Fertinal —que emprendió con éxito una larga demanda contra ING—, Fabio Covarrubias, quien sufragó todos sus gastos hasta que las jóvenes se mudaron a Madrid a estudiar.

En la capital española el ex presidente volvió a hacerse cargo de sus hijas, pero de manera muy limitada. Les enviaba a las dos menos de mil 500 dólares al mes —una cifra nada cómoda para vivir—, con lo cual podían pagar un piso modesto en el barrio universitario y moverse en transporte público. Nada que ver con otros familiares de ex presidentes que vivieron en el exterior. Pero las carencias de unas eran las bonanzas de otros, los hijos de la señora, los Bribiesca Sahagún. Para ellos Los Pinos y los privilegios. Y los aviones del Estado Mayor Presidencial puestos a su disposición para lo que se les ocurriera. La señora no tenía límites.

Ella misma había pedido a dos empresarios, un textilero y otro propietario de medios de comunicación, que introdujeran a su primogénito Manuel en el mundo de los negocios. Así fue. El joven Manuel voló rápido. Se metió a la construcción y en negocios aún no terminados de discernir, en los que las presiones directas de la ex primera dama hacia el ex director de Aduanas, José Guzmán Montalvo, facilitaban las cosas. No se han podido probar actividades ilícitas de ambos, pero cuando la periodista argentina Olga Wornat publicó su libro La Jefa, donde recopilaba algunas de las imputaciones de presunta corrupción de los hijos de la señora, hubo otros medios que decidieron seguir el tema. Ahí volvió a mostrar su mano implacable. Cuando el dueño de una importante publicación envió a varios reporteros a León a investigar a sus hijos, le habló para canjearle la protección a su hijo Manuel por ayudarle a resolver un problema judicial del primogénito del periodista. Así se hizo.

La colusión y las componendas que existieron han impedido profundizar en la investigación sobre la (ex) familia presidencial. Pero las revelaciones de Moreno abren nuevas formas de analizar el presunto enriquecimiento del ex presidente y de su avorazada Dulcinea. No es un trabajo arqueológico, pero sí metódico. El trabajo de Aguirre abre el cascarón de resentimiento de un empresario que, se puede decir, fue cuando menos chantajeado por la señora Sahagún, quien le pidió pago en especie a cambio de contratos para Vamos México. Moreno no es la excepción, y puede ser el principio del fin del deshoje de la margarita. Es la historia que siempre se ha esbozado en la Fundación Vamos México, parapeto de los abusos y excesos de una señora a la que hay que ponerle un hasta aquí.


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Borregos, payasos y cacomixtles - Alejandro Gertz Manero

Aunque nos duela, debemos reconocer que nuestro componente social se integra con una gran mayoría de ovejas que se dejan llevar a cuanto desfiladero las convocan los flautistas de Hamelin, que les llenan sus orejitas de dulces promesas, pero sobre todo de suculentos y morbosos escándalos, bajo las normas del show business y de las inefables soap operas de la televisión estadounidense y de sus hijas putativas, las sacrosantas telenovelas nacionales, en las que viven sus fantasías un buen número de fodongas y fodongos, que secreta o abiertamente las disfrutan a diario.

Creer que somos un pueblo bicicletero o una democracia de chisguete es una visión miope y parcial, pues lo que realmente hemos construido es un espectáculo grotesco en el que un pequeño y selecto grupo de cacomixtles (animal depredador autóctono de uñas largas y gran cola esponjada, causa destrozos en corrales y palomares, es muy sagaz y sabe escapar con facilidad: Enciclopedia de México, tomo 9, página 9), “machos y hembras” han contratado a varias trouppes de payasos, curvilíneas vedetes y merolicos mediáticos para enajenar con ellos a la numerosa borregada que flota entre las telenovelas políticas y su minúsculo y efímero machismo de incidente de tránsito, de borrachera conmemorativa o de linchamiento tumultuario y futbolero, que finalmente acaba sometiéndose a sus depredadores, que lo mismo aprietan y sangran por un lado que distraen y fantasean por el otro.

En ese gran “teatro” mediático lo importante no es hacer, sino prometer y exagerar, y sobre todo saber “cantar”, pues el espectáculo requiere sacar al aire un capítulo diario que exhiba en vivo y en directo lo mismo a la “reina del sur” que al “villano aceitoso” o algún otro “megaoso”, para que el respetable se distraiga y alimente sus más secretas fantasías eróticas, dejando de pensar en el asalto nuestro de cada día, en el asedio de las drogas, la extorsión telefónica o el levantón criminal, que deben quedar sepultados por algún striptease político, en el que el histrión en turno esté dispuesto a ponerse en ridículo a cambio de esa paradójica “popularidad” con la que alimenta su disminuida autoestima o sus verdaderas intenciones.

En ese ambiente del espectáculo los cacomixtles aparecen poco, pero reclaman mucho de un pastel que cada día se hace más chiquito de tanto mordisco y tanto agandaye; y en razón de ello, esas bestias depredadoras, con sus amarillos y careados colmillos, se lanzan zarpazos aniquilantes en su lucha por repartirse el disminuido botín nacional, del que sólo será dueño el que se apodere de las mentecitas enajenadas de la borregada; y para eso se necesitan los payasos las voluptuosas vedetes y los “jilgueros enchayotados”.

Lo que nadie quiere ver es que ese teatrito se está cayendo, ya que detrás de su escenografía tan aparatosa se empiezan a ver las paredes cuarteadas del fracaso y los pisos hundidos de la mentira, y cuando esto se agudice, los payasos, las divas y los “enchayotados” saldrán corriendo mientras se quitan el maquillaje y avientan los pantalonzotes de pirrín, para convertirse en tristes y grotescos despojos, que sólo supieron venderse a cambio de migajas.

En ese momento, cuando el petróleo ya no alcance para pagar a la trouppe y para alimentar a las manadas de ovejitas, y nuestros migrantes regresen o ya no sean fuente óptima de divisas, y también cuando los dueños del narco hayan convertido a las nuevas generaciones en legiones de zombis autodestructivos, entonces tendremos que apagar la “tele” y salir a rescatar lo que haya quedado del país después de esta juerga mediática, en la que serán perdedores las ovejas, los “jilgueros”, los payasos, las musas y hasta los cacomixtles; para lo cual ya falta poco tiempo.


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Finsol y Argos le apostarán a microseguros - El Universal - Finanzas


Financiera Finsol, en alianza estratégica con Seguros Argos, anunció su interés por abrir la colocación de microseguros a un mercado que no esté sujeto a los microcréditos de la Sofol.

Luis Huerta Rosas, director general de Seguros Argos, estimó que será durante 2008 cuando se pueda ofrecer este producto a los más de 42 millones de personas que viven en estado de pobreza y que no tienen acceso a servicios financieros en el país.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), de la población ocupada, 45.3% recibe un ingreso menor a dos salarios mínimos, y alrededor de 20 millones de personas subsiste con menos de dos dólares al día.

Se prevé que antes de que concluya 2007, la CNSF emita las reglas que impulsen la colocación de microseguros de vida en mercados masivos, además del de autos, gastos médicos y daños.

Por lo pronto, Financiera Finsol lanzó la cuarta generación de su microseguro “Finsol Vida” de la mano de la aseguradora Argos, que consiste en una póliza anual de 180 pesos, equivalente al pago de 50 centavos al día, con una cobertura por 75 mil pesos.

Fernando Rivas Martínez, director general adjunto de Finsol, explicó que 25 mil pesos del seguro se destinan en especie para gastos funerarios, como la compra de un ataúd, transportación y documentación del deceso.

Incluso, debido a que Finsol tiene presencia en 600 municipios del país, contribuye a preservar las tradiciones de las comunidades al apoyarlas en la contratación de música y comida para el funeral, dijo el directivo.

Las expectativas de colocación para el cierre del año ascienden a 80 mil nuevos microseguros, por lo que Finsol llegará a 300 mil asegurados.

De acuerdo con Finsol, la entidad cuenta con 270 mil usuarios, de los cuales 220 mil tienen contratado el microseguro.

Rivas Martínez explicó que 30% de la cobertura, igual a 15 mil pesos, se entrega en un plazo no mayor a 48 horas después del deceso y el resto en los siguientes cinco días.

Esta nueva generación de microseguros incorpora la figura de coasegurado para el cónyuge o hijo mayor del beneficiario del microcrédito.

Financiera Finsol otorga créditos de entre 500 y 150 mil pesos; sin embargo, el crédito promedio asciende a tres mil 800 pesos.

El director adjunto de Finsol destacó que la red de cajas en el país, así como las estrategias de difusión, facilitarán la colocación de microseguros una vez se aprueben las reglas de masificación sin que se eleven los costos de las pólizas para los clientes de la compañía.




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martes, 2 de octubre de 2007

¿Conviene o no un autofinanciamiento? - El Universal - Tu Dinero




¿Conviene o no un autofinanciamiento?

Se trata de un sistema que integra grupos de personas que aportan mes con mes una cantidad para un fideicomiso. Ese dinero se destina para comprar, por ejemplo, un auto, mismo que se asigna por sorteo o subasta
¿Conviene o no un autofinanciamiento?
(Foto: Especial)
¿Conviene o no un autofinanciamiento?¿Conviene o no un autofinanciamiento?
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# Seguros al otro lado de la frontera 2007-08-29
# Subirán pólizas por más robos de autos: AMIS 2007-08-22

Redacción ELUNIVERSAL.com.mx
El Universal

Miércoles 26 de septiembre de 2007

Sueñas con ese auto o esa casa pero ¿no te convencen los planes de crédito que existen en el mercado? La opción que podría convenirte es la del autofinanciamiento.

Aunque por el nombre hay quienes lo confunden con un financiamiento bancario más para comprar un carro, en realidad el autofinanciamiento es un sistema de comercialización.

Se trata de integrar grupos de consumidores que aportan mensualmente a la cuenta de un fideicomiso una cantidad determinada, esto acorde al plazo y monto contratado.

Tales aportaciones son destinadas a la adquisición de bienes muebles nuevos, inmuebles o servicios; y son asignados a los consumidores ya sea por sorteo, antigüedad, puntaje, subasta, o adjudicación mínima.

Pero ¿y quién los regula? En primera instancia la Secretaría de Economía, mientras que la Secretaría de Gobernación vigila los sorteos. El Banco de México regula los fideicomisos y la Procuraduría Federal del Consumidor autoriza los contratos de adhesión.

¿Cómo funcionan?

Las empresas de autofinanciamiento requieren del establecimiento de un fideicomiso bancario para la administración de las cuotas cubiertas por los integrantes. La operación se realiza mediante la firma de un contrato de adhesión.

Las empresas de autofinanciamiento constituyen grupos cerrados integrados en un fideicomiso en donde es posible la sustitución de los miembros de un grupo sólo en caso de traspaso o cancelación de contratos.

Los clientes realizan aportaciones periódicas al fideicomiso de acuerdo al contrato de adhesión. Para garantizar el pago de las aportaciones restantes, la empresa contrata a nombre del cliente un seguro de vida e incapacidad permanente.

Estas cantidades quedan bajo el resguardo de un fideicomiso responsable de la administración y asignación de los recursos en eventos de adjudicación públicos y abiertos.

Exclusivamente por orden del Comité Técnico y conforme al contrato establecido, el Fiduciario, previo avalúo del bien y establecimiento de las garantías correspondientes, asigna a los consumidores que resulten adjudicatarios.

Existen dos tipos de fideicomiso relacionados con los sistemas de autofinanciamiento:
# Cerrado: se forma con un número determinado y exacto de participantes que inicia actividades cuando se han completado sus integrantes y se finiquita cuando ha sido cobrada la ultima cuota de cada uno de sus miembros.
# Abierto: no requiere número determinado de participantes y permite el constante ingreso de nuevos miembros y la salida de los que hayan cumplido su ciclo de aportación, recepción del beneficio y pago del adeudo.

Ventajas y Desventajas

La ventaja que podemos encontrar en este tipo de financiamientos es que si el cliente no cuenta con el total de capital para adquirir un bien mueble, inmueble o algún servicio podrá adquirir estas cantidades por medio del pago de las aportaciones en el plazo que elija sin que le implique un desembolso de una fuerte cantidad de dinero en una sola exhibición.

Una de las desventajas es que si el cliente desea realizar la cancelación de su contrato, esto le ocasionará el pago de una pena convencional que por lo regular va de 1 a 1.5 de las aportaciones más las cantidades que haya desembolsado por concepto de seguro, gastos de administración y el IVA de éstos.

Ahora bien, de las 35 empresas de autofinanciamiento que operan actualmente, 15 pertenecen a la Asociación Mexicana de Administradores y Promotores de Sistemas de Autofinanciamiento.

La ventaja de utilizar los servicios de las empresas afiliadas a esta asociación, es la presunción de mayor confiabilidad por parte de los usuarios de estos servicios ya que las empresas que se encuentran asociadas deben cumplir con ciertos requisitos de legalidad en sus operaciones, así como seguir un código de conducta.

Recuerda que es conveniente que antes de contratar cualquier plan verifiques que la empresa con la que deseas contratar tenga registrados sus contratos de adhesión ante la Procuraduría del Consumidor.

Finalmente, debes contemplar otros pagos adicionales, ya que no sólo se paga la aportación al capital sino que también hay otros gastos como inscripción, cuota de administración y seguro. También debes tomar en cuenta que, con el objeto de evitar la disminución del poder adquisitivo del dinero, a la aportación se le aplica un factor de actualización.

A continuación, a manera de ejemplo, las características de dos planes para adquirir un Chevy C2, tres puertas:

Empresa


SISTEMA ÚNICO DE
AUTOFINANCIAMIENTO. GENERAL
MOTORS.
www.suauto.com.mx



AUTOFINANCIAMIENTO TOTAL.
www.autofinauto.com.mx


Aportaciones Mensuales


Existen tres planes: el de 44 meses
(Plan S-15) con mensualidades de
$2,736.00; el de 48 meses (Megaplan)
con mensualidades de $2,181.00; y el
de 60 meses ( Megaplus) con
$2,086.00 de mensualidad.


Existen tres planes: el de 40 meses con
mensualidades de $3,152.90 y uno
inicial de $2,644.08; el de 50 meses
con mensualidades de $2,245.88 y uno
inicial de $2,754.69; el de 60 meses
con mensualidades de $1,995.15 y uno
inicial $2503.97.

Personas por grupo


100


76

Formas de Adjudicación


Subasta, sorteo y
puntualidad.


Sorteo, subastas, puntaje,
directa

Tiempo máximo de entrega
una vez adjudicado


De 15 a 20 días una vez
cubiertos los requisitos.


25 días posteriores al
cumplimiento de los requisitos.

Garantías requeridas


Cuota de inscripción, gastos de
investigación en buró de crédito y
un aval al momento de la
adjudicación que posea un bien
inmueble libre de gravamen.


Comprobante de ingresos y un aval
que sea propietario de un bien
inmueble libre de gravamen,
debiendo entregar copias de las
escrituras.

Tasa de interés o incrementos


Ningún otro.


El monto de la mensualidad se congela
en el momento de la adjudicación
aplicándole un factor de actualización
del 3 % sobre el monto de la
mensualidad congelada en la forma de
adjudicación por sorteo, y de 2% por
subasta y puntualidad.


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lunes, 1 de octubre de 2007

¿AHMSA al fin?




Ocho años después, finalmente aparece una tenue lucecita en el túnel en que se metió Altos Hornos de México en protección contra sus acreedores, vía una de las últimas corridas del ferrocarril que operaba al amparo de la extinta Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos

La firma encabezada por Alonso Ancira Elizondo quiere regresar a la mesa de negociaciones de la que se paró mil 500 veces, frustrando todas las propuestas, todas las fórmulas y todas las posibles componendas.

El problema es que la carta a jugar, bajo la denominación de “acuerdo base”, fue rechazada en mayo del año pasado por los acreedores, tras calificarla de abusiva.

La alternativa planteada por la empresa siderúrgica, que en mayo de 1999 logró que un juez de lo concursal la declarara en suspensión de pagos, habla de una prórroga de 10 años para el pago total de un pasivo que en aquel entonces se ubicaba en mil 800 millones de dólares, además de algún dulcesito adicional.

Estamos hablando de ceder 27% del capital de la compañía con sede central en Monclova, Coahuila, además de otras erogaciones en premio a la reestructura.

Ahora, que la mayoría de las acciones de la empresa las mantendría su controladora, es decir, el Grupo Acerero del Norte que encabeza Xavier Autrey Maza.

Dicho con todas las letras, casi 20 años después los acreedores recibirían algo más que migajas, bajo la justificación que habla de-lo-perdido-lo-que-aparezca.

Ahora que la ruta habla de un largo camino empedrado.

De entrada, aunque la justificación de la firma hablaba del inicio de una crisis en el precio internacional del acero iniciada un año antes de la suspensión de pagos, los acreedores la acusaron de una cantidad impresionante de dispendios.

Estamos hablando, por ejemplo, de la compra de aviones para uso personal de los consejeros de ésta, con énfasis en los hermanos Alonso, Jorge, Carlos, Guillermo y José Eduardo Ancira Elizondo, además de una flotilla de camionetas de gran lujo.

Empresas pobres, empresarios ricos, decía el ex presidente José López Portillo.

La paradoja del caso es que la firma contrató a un director general de lujo para, en el papel, enderezar el rumbo de la nave… quien algunas semanas después saldría corriendo.

Estamos hablando del ex ejecutivo de Cementos Mexicanos José Domene a quien algunos lo ubicaban como sucesor “natural” de Lorenzo Zambrano en la dirección general de la firma global.

Ahora que la primera fricción la tuvo Altos Hornos de México con Banamex, uno de sus acreedores más pesados, a quien había endosado en prenda de multimillonarios préstamos acciones del Grupo Acerero del Norte que la intermediaria se apresuró a vender en la Bolsa al día siguiente de oficializarse la suspensión de pagos.

El litigio duró siete años.

Más allá, hete aquí que la Secretaría de Hacienda, a presión de uno de los acreedores extranjeros, concretamente de un poderoso banco de Estados Unidos, le pagó parte de su reclamo… con recursos, naturalmente, del erario público, lo que provocó otro largo litigio, éste aún sin agotarse.

En el camino, además, el ex presidente de la empresa, Xavier Autrey, así como los hermanos Ancira fueron acusados por la propia dependencia de evasión fiscal, lo que provocó una tenaz persecución que se prolongó casi dos años.

Ahora que los acreedores intentaron infructuosamente que la firma se vendiera a Industrias Monterrey (IMSA), de la familia Canales Clariond, o a alguna empresa extranjera.

Los directores de la compañía se paraban de la mesa en la que estaban sentados desde bancos de desarrollo como el Bancomext y Banobras, hasta la mitad del sistema financiero mexicano, pasando por dos docenas de intermediarias extranjeras, cuando parecía llegar la luz.

El problema es que hoy son otras las contrapartes, dado que la inmensa mayoría de los acreedores vendió a terceros las deudas en centavos… que ahora quieren recuperar con creces.

De hecho, en mayo pasado desconocieron el “acuerdo-base”, imponiendo condiciones que la siderúrgica rechazó de manera tajante.

El caso es que tras la llamada crisis del acero que se prolongó durante un lustro, de 1998 a 2003, la firma no sólo se levantó de la lona, sino empezó a tirar campanazos.

De hecho, sus ventas se han incrementado en forma consistente en los últimos cuatro años, alcanzándose en mayo pasado un incremento de 6%, lo que elevó sus ingresos a 619 millones de dólares.

El monto total facturado fue de 799 mil toneladas.

Las utilidades netas crecieron 13.2%. ¿Fin de la pesadilla?


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campos eliseos, de katia de artiguewa




¿Eutanasia papal?

Es la pregunta que está en el aire, luego de darse a conocer datos de las últimas palabras y versiones médicas de los días anteriores a la muerte de Juan Pablo II. Primero, lo que les dijo a sus médicos:

—Dejadme ir al Padre…

Luego están las versiones de varios médicos que siguieron de cerca este caso.

Hay quienes consideran en estas palabras un mensaje para que lo ayudaran a tener una muerte tranquila que se contrapone con lo declarado por Renato Buzzonetti, su médico de cabecera, quien declaró que Karol Wojtyla no deseaba morir.

Pero interesante también es lo dicho por Lina Pavanelli, anestesista por la Universidad de Ferrara: que la alimentación que Juan Pablo II fue altamente deficiente, lo que quedaría demostrado con la pérdida de peso que tuvo en sus últimos meses: 19 kilos menos.

Claro, la versión oficial dice que no, que incluso le colocaron una sonda especial para ser alimentado.

¿Quién tiene la razón?


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